En una entrada al blog del profesorado de la facultad Pere Tarrés-URL (como siempre os dejo el link en "Más información"), nos habla sobre el tema de la salud moral de los profesionales.
Desglosaré rápidamente los puntos más interesantes de los que se habla, pero primeramente dejar claro que todo ello gira entorno a la pregunta que se hace el señor Jesús Vilar Martin -profesor de Educación Social y Trabajo Social en la Universidad Ramón Llull- de, ¿qué es lo que ocurre para que la moral de los profesionales pase a un segundo plano en su praxis del día a día?
El señor Vilar nos habla de cuatro factores clave en todo esto, los cuales son:
- La forma en como están organizados los servicios y la autopercepción que se construye implícitamente de las profesiones socioeducativas (hay una tendencia en ver la actividad de manera individual, solucionadora y de avanzar en paralelo en vez de construir conjuntamente).
- Cuando se produce un conflicto de valores siempre hay una vivencia subjetiva pero eso no significa que se tenga que tratar como si fuera una problema personal, ya que eso genera mucho estrés y angustia.
- Falta de estructuras organizadas de carácter colectivo y público para la gestión de estos conflictos.
- Hace falta poner a disposición, material de referencia que aporte información técnica y ayude a la toma de decisiones.
Y con ésto se llega a la conclusión de que para que un profesional mantenga una "buena salud moral" se necesitan unas buenas estructuras organizativas, que den apoyo y soporte a los profesionales y que se aborde la problemática surgida desde un enfoque colectivo y no individual.
Me resulta realmente interesante que se trate dicho tema -quién debe proveer los mecanismos adecuados y necesarios para que un profesional que tenga un conflicto ético y/o moral, no desemboque en un estado de estrés y ésto a su vez en una desensibilización y despersonalización de su praxis-; ya que estamos más habituados a que se hable sobre el estrés y/o el burnout -focalizado en como evitarlo o como tratarlo una vez instaurado-, o bien de los orígenes causantes de dichos trastornos -focalizando el tema, esta vez, desde el trabajo/tareas propiamente dicho. En el ámbito del trabajo social podríamos hablar de las características propias de los casos.
Tratándose todo ello desde un prisma individual, es decir, de cómo el profesional por sí solo debe abordar el tema o la problemática.
Pero no se nos habla a menudo de lo que ocurre entre medio de estas dos fases, por así decirlo -un caso que nos crea un conflicto ético y el estado de estrés y angustia que sufrimos a posteriori-.
No se suele exponer por lo que pasan normalmente los profesionales del ámbito socioeducativo. Ese periplo en solitario y que quizá se comparte erróneamente con los amigos o familiares, los cuales por más predisposición que tengan, no poseen las herramientas adecuadas para tratar dicha situación.
Creo que toda organización debe ser flexible ante las situaciones que se le presenten y debe dar voz a los profesionales que trabajen en ella. Ofreciendo un espacio de confianza, libertad y puesta en común donde los trabajadores se presten ayuda mutua. Eso hará que el profesional afectado se distancie por unos momentos de la situación y pueda observarlo desde otra perspectiva, favoreciendo así a la resolución del conflicto.
Por el contrario, si tiene que lidiar con conflictos que surgen de manera inherente en su ámbito laboral y además tiene que luchar contra unas estructuras organizativas rígidas y opacas, con el tiempo dejará de implicarse y eso conllevará a una mala praxis o como mínimo a una praxis mecánica y que no favorece en absoluto ni al usuario, ni a la organización y menos aún al propio profesional.
Y algunos de vosotros pensareis que ya existe un espacio, como son las reuniones interdisciplinares, para que los profesionales hagan una puesta en común. Y ciertamente es así, pero a la practica y en su gran mayoría, estas reuniones "solo" sirven para eso, para dar a conocer a los demás profesionales los avances o la información que posees de esos casos y ayudar al seguimiento y valoración de los mismos, entre otras cosas.
Pero se centran muy poco en lo que te han provocado al trabajar en ellos, en si necesitas cierta ayuda moral, es decir, en dejar a un lado por unos momentos, la ayuda puramente técnica y abordar la personal. Aspectos que son también responsabilidad, como ya hemos visto, de las estructuras organizativas.
¿Vosotros qué pensáis al respecto?
"La salud moral dels professionals" -Pere Tarrés. URL
http://peretarres.professorat.org/salut-moral-professionals/
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