Salud mental | La ansiedad

Hace tiempo que os quería hablar sobre la salud mental y en particular sobre las personas que sufren un trastorno. Cómo se vive, cómo lo recibe y trata la sociedad y las instituciones. Concretamente os hablaré de la ansiedad, pues es lo que más conozco.

La ansiedad es una respuesta orgánica ante un peligro. Por ejemplo, si te encuentras cara a cara ante un león, problablemente tu cuerpo empezará a experimentar signos y sintomas de ansiedad, séase: sudoración, aceleramiento del pulso, tensión muscular, respiración acelerada, etcétera. Tu cuerpo se prepara para luchar o huir. 

Hasta aquí todo normal, ¿verdad? A quién no se le aceleraría el puslo si se encuentra delante de un león. 

El problema surge cuando esta respuesta se da de manera desproporcionada respecto a la situación que tenemos delante. Es como si el botón de alarma que estuviera en nuestro cerebro fuera hipersensible y se activara practicamente solo. 

Nuestro cerebro está programado para retener información, sobretodo la negativa, pues eso le permite estar alerta y avisarnos cuando una situación parecida está ante nosotros. Eso nos ha servido, entre otras cosas, para saber que el fuego quema y por lo tanto no hay que tocarlo. 

Si juntamos estos dos elementos, tenemos un patrón muy habitual en los trastonos de ansiedad. Y es que cuando tu cerebro detecta una situación negativa conocida para ti, hace saltar las alarmas de la ansiedad, aunque no haya peligrosidad real en esa situación. 

[Quiero hacer un inciso, pues la ansiedad es multifactorial y cada caso tiene un origen en particular. A veces, por ejemplo, se experimenta ansiedad por un desequilibrio hormonal. Así que ahora solo estoy exponiendo uno de los motivos de su origen.] 

La ansiedad es un malestar emocional que puede llegar a ser incapacitante, por eso es muy importante que lo traten especialistas. Aún así la persona que lo sufre, lo hace doblemente, pues es muy habitual que su entorno no comprenda por lo que está pasando. Todas sabemos que una persona con una pierna rota no se pondrá a correr, ni se nos ocurriría proponérselo, ni decirle que no se está curando porque no le pone ganas. La curación de una pierna rota, necesita un proceso y un tiempo. Y del mismo modo la estabilización de un trastorno de salud mental. 

La salud mental hoy en día, sigue estando muy estigmatizada e incomprendida; Cierto es, que en unos países más que en otros. Pero generalmente hablando, creo que no se ha llegado aún a una atención y abordaje óptimo, tanto por parte de los gobiernos/instituciones, como por parte de la sociedad. 

¿Quién de vosotras contrataría como canguro, por ejemplo, a una persona que supieráis sufre un trastorno bipolar, esquizofrénico, ansiedad, o trastorno límite de personalidad? 

Probablemente muy pocas, y ¿por qué?  Seguramente porque os han venido a la mente decenas de esterotipos sobre las personas con trastorno mental. 

¿Os habéis fijado que cuando surge una noticia de un asesinato o acto de violencia cruel, siempre aparece la mágica frase de: "sufría X trastorno mental? 

Bien pues eso es un claro ejemplo de la estigmatización que sufre el colectivo, y no precisamente desde hace dos días. 

El abordaje de los medios de comuniación es cruel e injusto y está haciendo mucho daño. No hay suficiente información al alcance de cualquier ciudadana para que conozca realmente lo que es un trastorno de salud mental y cómo se vive. Y lo que es peor, muchas veces no son conscientes de que tienen muchas posibilidades de descubrir, en su entorno más próximo, a una persona que lo sufra. 

No se nos informa de cómo comunicarnos con la salud mental. Ni con la nuestra ni con la de nadie. Sigue siendo un tema tabú, como la muerte. Sigue siendo algo de lo que avergonzarse, de lo que no hablar en público por el qué dirán o pensarán de mí. Os puedo confirmar, por experiencia propia, que es agotador. 

Es agotador ver que una persona con una enfermedad orgánica puede expresar su dolor, su sufrimiento, su experiencia, etcétera, sin ser juzgada ni tener que hacerlo, solamente, en el círculo reducido de un grupo de ayuda mútua.  Alguien con una enfermedad, no relacionada con la mente, a veces incluso se la presenta como un héroe. 

Pues bien, ni una cosa ni la otra, aquí estamos todos luchando por vivir una vida digna y con salud. 

Hay personas que sufren de un trastorno de salud mental y los familiares no lo saben, o los amigos, o su pareja o sus compañeros de trabajo. Y todo por lo mismo: el miedo a ser rechazados y ser marcados por estereotipos. 

¿Qué creéis que piensan las personas con un trastorno de salud mental a la hora de buscar un trabajo, por ejemplo? Una persona que quizá deba tomar medicación, que debe ausentarse para acudir a la visita de su psiquiátra y/o psicóloga. Pues la misma respuesta de antes. Miedo. Miedo a ser despedida o directamente no seleccionada. 

Con ello quiero recalcar la falta de sensibilidad sobre la salud mental que existe en nuestra sociedad, y a veces incluso dentro del circuíto médico general y de salud mental en particular.
Os podría comentar algunos ejemplos, pero entonces esta entrada tendría que publicarla en fascículos, jejeje. De todos modos, quiero realizar alguna entrada más sobre la relación entre salud mental y nuestro sistema de vida actual. Así que si os interesa, estad atentos.

Volviendo al tema que nos concierne hoy, las personas que sufren de salud mental, no dejan de ser eso, personas. Merecen nuestro respeto y empatía, nuestra comprensión e implicación en informarnos y conocer por aquello que están pasando. Por suente poco a poco van surgiendo movimientos del colectivo de salud mental que alzan la voz y dan la cara para visibilizar la problemática y agravios sufridos, en todos los niveles. Cada vez más personas se exponen a hablar sobre su situación en publico, para informar y concienciar a los demás. 

El silencio, el oscurantimo y el tabú nunca han sido buenos para una sociedad sana. 

Según la OMS, más de 260 millones de personas en todo el mundo sufren ansiedad. Tú puedes ser una de ellas, yo lo soy. Infórmate sobre salud mental y comparte tu conocimiento y/o experiencia para ayudar a conseguir una sociedad más ilustrada. 

¡Gracias!